top of page

La capacidad autoreflexiva

¿Cuántos de nosotros nos pensamos malas personas, corruptos, insensibles, caóticos?

¿cuántos de nosotros utilizamos esas palabras para referirnos a los demás?

Generalmente tenemos una percepción muy positiva de nosotros mismos. Pensamos que son los otros los malos, los que nos hacen daño, le hacen daño al mundo y a nuestros seres queridos. Eso lo confirman las noticias diarias. Hay un mundo peligroso, tanto microscópico como macroscópico que hace daño, es corrupto. Pero ese es un mundo es ajeno al mio, es un mundo que está afuera. Yo estoy claramente e indudablemente entre los buenos. ¿Es esto cuestionable?


¿Es posible cambiar la percepción de que el mundo es corrupto y maligno, para empezar a asumir una responsabilidad sobre él, sin ponerse el peso del mundo sobre los hombros?


La respuesta es si, e intentaré expresar mi perspectiva. Esto lo he vivido de buenas a primeras con mis padres y ahora más en la pandemia.


El mundo es peligroso, y hoy se siente aún más con el covid 19. Esto pone en riesgo a mi ser y a mis seres queridos. Con esto vino una precaución por el mundo exterior como ninguna otra. La inseguridad, los hurtos, la corrupción de las instituciones, la insensibilidad, el cinismo de los gobernantes, etc., Ha exacerbado nuestro estado de alerta con el mundo exterior.

Mis padres sólo hablan de esto, de hecho, las personas que ven más noticias y televisión son más propensas a percibir el mundo como intimidante, inseguro, peligroso, etc. Con esto no quiero decir que las muertes del coronavirus son mentira, o que no roban en las calles bogotanas. A lo que voy es que siempre es más válido y fácil ver que la violencia está afuera de nosotros. No nos damos cuenta de que hay violencias, microcorrupciones en nosotros mismos y nisiquiera lo cuestionamos.



Yo por ejemplo, he tenido actitudes de las que no estoy orgullosa, pero me han enseñado mucho.

Tenía que hacer mi práctica jurídica en la universidad y me esforcé bastante para entrar a un grupo que trataba temas que me gustaban. La práctica dura un año y cada seis meses se cambia de equipo. Cuando llevaba seis meses, unas personas empezaron su preparación para ser seleccionadas en mi equipo. El proceso de selección se basaba en entrevista y en prueba escrita. Sin embargo, quien dirigía esta práctica decidió que los que conformabamos el equipo, calificáramos a los postulantes y esto se tenía en cuenta para la decisión final de entrar o no. Nosotros no asistimos a la entrevista, ni conocimos su prueba escrita. Aún así, podíamos calificar positiva o negativamente a la persona y dar una opinión sobre si queríamos que entrara o no.

Yo conocía a una de ellas y no me gustaba su manera de trabajar, aunque su trabajo era muy bueno. Así mismo la califiqué, mencioné que no consideraba que fuera buena para el equipo y no quise que entrara. Efectivamente no entró. No se si mi respuesta contribuyó a la decisión final, pero si se que mi opinión sobre su entrada no fue objetiva. Simplemente me incomodaba, no quería que entrara al equipo y así fue. Este puede ser un claro caso de microcorrupción porque no estuve en su entrevista ni supe su desempeño en la prueba escrita.


Hoy soy capaz de reconocer que he contribuido a la maldad, la corrupción, el cinismo del mundo, a esa maldad que está por fuera. Aunque no suene importante, no le quiero quitar importancia a este hecho. Es algo que he podido reconocer. He reconocido que una parte de mi no siempre es buena, no el 100% del tiempo puedo ser buena samaritana, buena vecina, buena compañera, buena pareja.


El juzgar siempre es violento, el apuntar al mundo con un dedo siempre es más fácil. Lo que no es fácil es mirarse y ser autoreflexivo. Sacar las cosas de lo que uno no está orgulloso y pensar por qué no actué de la manera correcta.


Esta reflexión me ha ayudado a entenderme como un ser complejo, que no siempre actúa con las mejores intenciones. No soy buena siempre, ni tampoco mala. Este pensamiento me ayuda a liberarme de la culpa. Claro que he contribuido a esa crueldad del mundo exterior, pero no por eso me puedo cargar el peso del planeta sobre los hombros.

Entradas Recientes

Ver todo

Preguntas sin única respuesta

Hoy abrí mi agenda de hace varios años, la primera fecha que anoté fue diciembre de 2016. Estas son algunas de las preguntas que me hacía...

Comments


bottom of page